Foto EL NAJO |
Se adaptó muy bien su cultivo junto con los cítricos en zonas del Mediterráneo y su consumo se inició en el siglo XIX.
Sus flores, blancas con un intenso olor a heliotropo.
Su fruto amarillo con un número de semillas de 2 a 4, grandes, pues ocupan la mitad del diámetro del fruto, de un sabor dulce o ligeramente ácido y de piel fuerte y correosa.
Fruto muy temprano, nos anuncia la primavera y alegra los jardines con su colorido, se poda en Septiembre solo ramas bajas, secas o estropeadas y en forma piramidal.
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