Foto EL NAJO |
El Narciso, hermoso representante de la familia de las Amarilidáceas es otra de las primeras flores que anuncian la primavera, de hecho, y a pesar del tiempo que tenemos, las mías están empezando a salir, nacen de bulbos que se plantan en otoño y que, una vez en el jardín, florecen año tras año sin que sea necesario desenterrarlos y se van multiplicando formando un tapiz bien bonito y colorido que alegra los últimos coletazos del invierno.
Son originarios de la zona mediterránea. Se plantan en tierra bien drenada y abonada, en profundidad dos veces más o menos su tamaño, con una separación de unos 10 cm para que se desarrollen sin apreturas, humedad sin encharcar la tierra, ya que se pueden pudrir.
Al acabar la floración es mejor dejarlos en la tierra hasta la próxima primavera, no obstante si deseas sacarlos que se sequen bien en un sitio aireado y a la sombra para posteriormente guardarlos en un lugar fresco hasta el próximo otoño.
Eso si, conviene colocarlos en una zona soleada, que no se encharque y abonarlos cada 15 días con un fertilizante líquido.
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Foto EL NAJO Narcissus tazetta |
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Narciso doble 2015 |
Narcisos 2015 |
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